Hola, yo soy el comandante X, y les doy la bienvenida a la Academia de Comunio. El tiempo de instrucción será de 21 semanas. Aprenderán el uso de armas de fuego, -quita princesa - métodos policiales, leyes locales y muchas, muchas otras cosas. Después de esas 21 semanas, algunos de ustedes serán policías, y otros. ¡Cadetes, firmes! Ahora les dejo con el Teniente Thadeus Harris, que les va a pasar revista.
Y aquí llega Thadeus Harris (Asier), el malvado, cruel e insoportable teniente que volverá loco a todos los pobres reclutas con su chulería y prepotencia. Ideará malvados y maquiavélicos planes para lograr expulsar a los cadetes de la academia de Comunio. En las manos lleva su bastón de mando con empuñadura de hierro y ya ha elegido a los dos cadetes peloteros que le servirán para sus propósitos. Ha hecho una meritoria jornada, lo que le hace sentirse un ser superior sobre todos los cadetes, a los que mira con superioridad y desprecio. Todos los cadetes le odian y sólo esperan que a Mahoney se le ocurra alguna de sus bromas que le hagan acabar con los brazos en cabestrillo o con peluquín.
Y a quien encontramos en este grupo de nenas, mariquitas, boñigos y vacas de Texas. Y al primero al que Harris le increpa es a Zed (Héctor), que tras abandonar la jefatura de su banda callejera, se ha decidido ir a tocar los bongos a la academia. Harris le llama gordo, melenudo y varías lindezas más, mientras juega con su bastón. Acabaré contigo y desearás abandonar la academia, mugre!, Le increpa. Zed está despistado pensando en la próxima canción que escribirá a su madre, comerse un plátano sin abrirlo o soltarle uno de sus gritos a Harris que lo haga caer al suelo. Jornada discreta la de este cadete, aumentada por la buena actuación de otros cadetes. Quizás encerrarse en la cabina de botes lacrimógenos demasiado tiempo le haya afectado y deje su condición de alternativa al puesto de teniente.
Ahora le toca el turno de revisión a Jorge Martín (Sergio), el recluta que cumple el cupo latino de la academia. Gafas de sol, peinado perfecto, cuatro botones de la camisa desabrochados, pelambrera en el pecho. Ha dejado 5 novias fuera de la academia y no se arruga ante Harris, pese al chorreo que el teniente le suelta. Comienza por chiquilicuatre y acaba por pancho villa, pasando por comentarlo algo del perfil. Pese a ello, Jorge lleva en su mochila un balón, las mejores pruebas de calificación de ingreso en la academia (92 sobre 100) y ganas de conocer a todas las cadetes. Increíbles sus pruebas, el sprint parecía que lo había hecho en moto, las pruebas de natación andaba sobre el agua como cristo, no ha subido por la cuerda, ha bajado el techo.
Al lado del latin lover se encuentra la despampanante Debbie Cahallan (Dani) con su par de... gafas de sol, con sus dos... zapatillas dispuestas para perseguir algún delincuente, sus dos tremendas... pistolas siempre dispuestas. La cadete Cahallan no necesita gran cosa para destacar, y sólo con su magnética personalidad atrae las miradas del resto de cadetes. Muy buena la jornada de la rubia que como estornude le saca un ojo a Harris, que logra meritos en el escalafón de cadetes y parece dejar atrás su mala suerte. Harris tendrá sueños húmedos con ella.
El teniente Harris pasa al siguiente cadete y se topa con un pecho gigantesco. Levanta la mirada medio metro y se encuentra con Moses Hightower (Páez), la tremenda mole de músculos y bigote que tumbaba muros con la mirada. El teniente Harris no se atreve ni a toserle por medio a que de un capón lo entierre en asfalto, pese a que su jornada ha dejado mucho que desear y pierde posiciones comba con los mejores cadetes y ve peligrar su estancia en el cuadro de honor de la academia. La mala suerte se ceba con él, y cuando no son lesiones, son sanciones o expulsiones, las que lastran al gigantón.
Hightower hace la I y a su lado está el punto, la cadete Laverne Hooks (Pedrosa), que con uno de sus gritos histriónicos ha roto los tímpanos de Harris, tras increparle que gritara más alto. Hooks se está haciendo un hueco entre los mejores cadetes gracias a unas pruebas muy buenas, sorprendentes para casi todo el mundo. Logra abrirse paso a bandazos con sus posaderas y se atreve incluso con la mole de ébano. Uno más de sus chillos y tiene posibilidades de encaramarse al podium.
Carl Sweetchuck (Larroda) casi se hecha a llorar cuando Harris le dice alfeñique, integrante de circo o figura de jardín, y es que el teniente sabe buscarse sus enemigos con cuidado. Aquí hacen falta hombres y no niños, le grita mientras saliba en las gafas de Sweetchuck, que se traga la rabia y demuestra con una muy buena jornada que él puede ser tan buen policía como el resto y muestra sus opciones a la remontada. Solo la convivencia con Zed puede desquiciar al pequeño Sweetchuck.
A su lado espera el repaso de Harris el cadete Doug Fackler (Tomy), el aspirante causante de más desgracias en la academia. A su paso siembra el caos y la catástrofe, y los gatos negros evitan cruzarse con él, las escaleras no pasan por debajo suyo. Jornada en la línea de toda su estancia en la academia, salvo excepciones, que le hunden y hacen peligrar sus intenciones de lograr la placa.
Le llega el turno de revisión a Eugene Tackleberry (Mikel), que está ansioso por coger las armas y liarse a balazos, conducir un tanque o montar un mortero y lanzar varios mísiles al culo de los malos, o al de los buenos, o... es igual, él lo que quiere es acción y la quiere ya. Tackleberry en las pruebas de tiro mató a todos, criminales y civiles, hampones y bebes, y no logra aspirar a un ascenso, a pesar de su predisposición y muchas ganas. Quizás en Irak tendría más futuro.
Y pasa revisión la estrella de la academia, el más querido, el más gracioso, el rey de las bromas, el que se lleva a la chica guapa, Carey Mahoney (Borja, macho, ya te tocaba uno bueno, que al final me ibas a poner una querella criminal). Harris tiene vigilado muy de cerca de Mahoney, que no logra colarle ninguna de sus putadas y se mantiene en la sombra esperando el fallo del teniente. Jornada muy discreta de Mahoney, en la línea de este delincuente rebotado a la academia que no logra ser expulsado y acabará siendo el madero más listo de la academia.
Por detrás viene el hombre que se trago un sintetizador, y a cada paso de Harris le pone el sonido de un cuesco. Es la caja de ritmos humana y la boca más de la academia, Larvell Jones (Jorge), puede jugar a la play sin mando y sin play. Nueva jornada desastrosa de Jones que ve alejarse sus opciones de entrar en el cuadro de honor de la academia y se va a tener que dedicar a poner la banda sonora de alguna serie de dibujos animado.
Durante todo el trayecto, por detrás de Harris, agazapado y cuchicheando en su oído ha estado Proctor (Luisda), el policía pelota que se ha convertido en la sombra de Harris y le sigue como un perrito faldero allá donde va. Proctor paga su condición de gusano humano en esta jornada y no logra meritos para subir en el escalafón policial. Muy mala jornada para Proctor, que es lo que se merece, además de las bromas de Mahoney y el resto de cadetes.
Harris llega a la par de Leslie Barbera (Zuñi), el recluta Patoso de la peli, con él que se ceba con sus lorzas y su falta de forma. El pobre Barbara bastante tiene con encontrar los donuts del almuerzo, mientras su estancia en la academia se mezcla con jornadas buenas con desastres anunciados.
Harris se harta de chillarle y pregunta por sus cadetes preferidos. El primero de los cadetes es el cadete Blankes – como no, Germán -. Y junto a al cadete Blankes está el cadete Copeland – López -. Estos dos cadetes son los secuaces del malvado teniente Harris. Con el pelo cortado al uno y la lengua hecha lija, están llevando a cabo uno de los malvados planes de Harris, por lo que la instrucción en la academia comunio no la llevan nada bien, pero quizás el enchufe con el alto mando logre salvarles al final. Ahora podemos verlos agazapados y a punto de entrar en una misión. Cruzan una puerta y ¿donde aparecen? Rodeados por los Village People, los ositos amorosos y los reyes del sado, los acordes de "bailemos el Bimbón" comienzan a sonar mientras Blankes y Copeland se ven arrastrados por los primos peludos de Borja a la pista de baile. Más suerte en la próxima instrucción. De sus jornadas ni hablamos mejor.
¿Quién se llevará la placa? ¿Quién le hará la mayor putada a Harris? ¿Quién le tocará las... pistolas a Cahallan? Lo veréis en una de las 7 próximas secuelas. Suerte y al toro, maderos!
8 comentarios:
jajaja dani vaya tetazas! mañana en la ducha no te me escapas........
soy el perro del chiste, Mistetas, y a mi también me gustaría ver las perolas del Dani. Que alguien lleve una cámara
Notable alto Mister X,pero es que no tienes competencia
menudos pezoncitos, te las voy a comer enteras
y luego preguntáis por qué no voy a los partidos... después de ver a estos acosadores humanos como para ir. Me iba a pasar todo el partido defendiendo mi puerta trasera más que la puerta de López.
Una crónica diferente, y sobre todo muy divertida.
me he reido la de dios, muy bueno
Muy buena crónica decis? Q guarretes, es ver un par de melones bien puestos y ya las hormonas hablan x si solas ^^
Ke tetas el dani¡¡¡ parece que está preñao
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